La sangre es un tejido constituido por una parte sólida (las células) y una parte líquida (el plasma). Circula a través de los vasos del organismo (arterias, venas y capilares.) La cantidad de sangre que tiene una persona representa aproximadamente el 7 % de su peso, esto equivale a unos 5 litros para alguien que pesa 65Kg.
Glóbulos rojos o eritrocitos: Son las células sanguíneas más numerosas, de color rojo con forma de disco. Se forman en la médula ósea, dentro de los huesos del esqueleto, desde donde son liberados en el torrente sanguíneo. Se ocupan de transportar el oxígeno desde los pulmones a los diferentes tejidos del cuerpo.
Glóbulos blancos o leucocitos: Son células blancas encargadas de la defensa del organismo contra las infecciones. Algunos se forman en la médula ósea y otros en el sistema linfático.
Plaquetas: Se originan en la médula ósea dentro de los huesos. Cumplen un papel muy importante en el control de las hemorragias formando un tapón que limita la pérdida de sangre hasta la formación del coágulo definitivo.
Plasma: Es la parte líquida de la sangre. Compuesta en su mayor parte por agua, proteínas, sales minerales, lípidos y hormonas.